Cuando hablamos de gestión emocional, hablamos de validar todas las emociones, no de controlarlas, si intentamos controlar las emociones si por ejemplo intentamos no estar tristes estando tristes lo que vamos a conseguir es generarnos ansiedad. Es por ello, que debemos trabajar en conocernos, en ir a la raíz de todas esas emociones y de intentar entender porqué nos sentimos ciertas emociones o porque estamos desbordados.
El tapar las emociones o escapar de ellos nunca debería ser una solución porque lo que nos generará será más dificultades para afrontarlas. Así pues, manos a la obra, debemos de conocernos bien, trabajar en tener cubiertos aspectos como la autoestima, la autopercepción, el hecho de trabajar el tipo de relaciones que tenemos (evitando todas las relaciones tóxicas y dependencias emocionales), sentirnos realizados, tener una vida social rica y agradable, entre otros muchos aspectos.