En numerosas ocasiones sentimos que nuestra pareja ya no funciona, nos entran dudas, no sabemos cómo gestionar los celos, las dificultades, no sabemos como conciliar, el enamoramiento inicial se vuelve rutina, falta de motivación que acaba en discusiones infinitas que minan la relación el día a día. El apego se basa en la confianza y la seguridad.
Vamos cargando la mochila de la pareja con todo esto, cada vez sentimos menos afinidad, menos ganas de pasar tiempo juntos y finalmente nos damos cuenta que llega un punto en el cual nos hemos convertido en desconocidos que no se disfrutan.
Por todo esto, es importante hacer una pausa, realizar un análisis conocer en qué situación estamos y establecer herramientas útiles que nos ayuden a reconducir y reflexionar. Es importante, autoconocerse, regularse emocionalmente, y trabajar aspectos como asertividad, empatía, autoestima, comunicación de pareja, culpa, rabia, el miedo, la insatisfacción sexual, entre otros.
Una buena relación de pareja no se construye desde la evitación sino desde el afrontamiento.